Simplicidad es intentar hacer las cosas lo más prácticas, fáciles o entendibles posibles. Pero es un valor que también engloba gran parte de mi filosofía y personalidad.

En marketing, la simplicidad me sirve para estructurar las diferentes partes del modelo de negocio. Me aporta claridad acerca de qué procesos hay y si es posible hacerlos más eficientes simplificándolos y cuáles son críticos y hay que poner foco.

Este valor también me guía en mi día a día en Comunicación. Me ayuda a sintetizar los textos, quitando todo lo innecesario. Esto permite darle protagonismo a la información que sí es importante. Después ya solo queda adaptarlo al formato y finalmente añadir el diseño gráfico para ayudar a que se entienda mejor.

Como ya he apuntado, la simplicidad también está presente en mi parte más personal. Con este valor expreso mi cercanía, proximidad y naturalidad con la que intento siempre interactuar con las personas de mi entorno. Simplemente es ser alguien con quien fácilmente le puedes hablar de tú a tú. 

Me daría vergüenza no explicarme bien en este artículo. Por eso voy a poner ejemplos de lo que yo entiendo es NO ser simple. Espero que sirva.

• ¿Qué es eso de tener parking reservado al lado de la puerta porque eres el CEO?
• Soy director, necesito estar en un despacho y que sea grande. Gracias.
• ¿Por qué por «política de empresa» solo está permitido viajar en clase business si eres directivo?
• ¿Quién ha decidido que los directivos tienen que tener mejor teléfono de empresa y ordenador que el resto de empleados?

Nunca he entendido estos privilegios. El CEO o un director tiene más responsabilidad y por esto tiene un salario más elevado. Está claro. Pero ya está. Es estúpido e injusto dar todos estos extras a unos pocos. Esto solo consigue separar más las diferencias entre directivos y el resto. Por lo menos, la única cosa positiva es que sirve para detectar que la empresa es jerárquica, que la estructura de la organización no es lineal y que no tienen una cultura muy moderna.

Lo que no sé es si me indignan más estos privilegios o los «contra-privilegios». Me refiero a esas personas y departamentos menos visibles, que son raramente escuchados y que pocas veces salen en las fotos, aunque están allí igual que todos, trabajando y aportando valor.

Simplicidad es ser coherente en como interactuamos con las personas de nuestro entorno profesional y personal. Es escuchar y ayudar a una persona de esos departamentos menos visibles de la misma forma que escucharíamos y ayudaríamos a nuestro responsable o al director general.